Félix Espoz. Bruselas
La Comisión Europea ha presentado su plan para luchar contra la resistencia a los antibióticos en los próximos cinco años, que se desarrollará a través de 12 medidas concretas y que hace un especial hincapié en la necesidad de que los Estados miembro aúnen esfuerzos para abordar este problema de manera conjunta y coordinada.
De izquierda a derecha: la comisaria de Innovación, Máire Geoghegan-Quinn; el comisario de Salud y Protección al Consumidor, John Dalli, y Marc Sprenger, director del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
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El comisario de Salud y Protección al Consumidor, John Dalli, junto a la comisaria de Innovación, Máire Geoghegan-Quinn, y a Marc Sprenger, director del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), han avanzado el contenido de la estrategia, que busca cambiar una tendencia, la del aumento de resistencia, que mata a 25.000 europeos al año y que le cuesta a la Unión 1.500 millones de euros.
Algunas de estas 12 líneas pasan por aumentar los controles para prevenir infecciones en los hospitales, promover una colaboración sin precedentes para desarrollar nuevos antibióticos, apostar por una investigación coordinada, reforzar los sistemas de vigilancia en relación a las resistencias y uso de antibióticos o trabajar en la comunicación de mensajes con la población.
Dalli, al ser preguntado por si la crisis afectará a un país como España en la puesta en marcha de esta medida, teniendo en cuenta algunos recortes que ya se están produciendo en los presupuestos de Sanidad, el comisario ha pedido al Gobierno que aporte todos los recursos necesarios “para proteger a los ciudadanos” de “esta amenaza”, y ha recordado que muchas veces no se trata sólo de dinero, sino de formar a los profesionales, a los ciudadanos, a los veterinarios y a los ganaderos (parte de la estrategia está centrada en el consumo animal de antibióticos).
Importancia de la innovación
Por su parte, la comisaria Geoghegan-Quinn, ha recordado que la Comisión, a través de los tres últimos programas marco, ha invertido casi 600 millones en investigación en antibióticos. Para la responsable, en el continente se realiza una excelente investigación “pero con esfuerzos fragmentados”, por lo que “se necesita más colaboración entre los Estados” y la inclusión de la industria en estos objetivos.
Precisamente este fue uno de los temas tratados en la conferencia, posterior a la presentación de la Comisión, ‘European iniciatives to keep antibiotics working’ organizada por la ECDC. Ruxandra Draghia-Akli, directora de la Dirección de Salud, encuadrada en la Dirección General de Investigación e Innovación, ha señalado que la investigación de nuevos antibióticos ha venido siendo y será una prioridad en los programas marco, si bien no se limita a ello, ya que está línea también está presente en la colaboración público-privada a través del IMI. Además, ha señalado que la Joint Programming Initiative involucra a 17 países de la Unión que aunarán sus esfuerzos en investigación.
De izquierda a derecha: Mats Ukfendahl, secretario general de Salud y Medicamentos del Consejo de Investigación sueco; Robert Skov, director del Sistema de Vigilancia y Control de Infecciones danés; Ruxandra Draghia-Akli, directora de la Dirección de Salud, encuadrada en la Dirección General de Investigación e Innovación; Marc Sprenger, director del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC); Paola Testori, directora general de la Dirección General de Salud y Consumo de la UE; Waleria Hryniewicz, directora del Programa Nacional de Protección Antibiótica de Polonia, y Richard Bergström, director general de la Efpia.
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También es esta conferencia, Richard Bergström, director general de la Efpia, ha reconocido que en los últimos años han salido al mercado pocos nuevos antibióticos, y ha definido el desarrollo de nuevas moléculas como un “reto científico importante”. Ha señalado que es necesario un cambio de modelo para poder estimular a las compañías a invertir en este tipo de investigación, ha destacado la importancia del nuevo programa de investigación de la UE hasta 2020 (próximo a aprobarse) y ha asegurado que van “a jugar el rol que la sociedad nos demanda”. “Estamos abiertos a trabajar de una forma más colaborativa (entre compañías y con la academia) sin perder el enfoque de que nuestros esfuerzos deben ser rentables”, ha concluido.
Buenas y malas noticias
Tanto en la presentación de la estrategia, como en la conferencia posterior, Sprenger ha destacado la importancia no sólo de reducir el uso de los antibióticos, sino, además, implementar medidas en los hospitales que reduzcan las infecciones.
Ha afirmado, y ha aportado datos, que se pueden reducir los ratios de resistencia a antibióticos, tal y como han conseguido varios países entre 2009 y 2010 con el staphylococcus aureus (no es el caso de España). Si bien, también, se están dando procesos a la inversa en muchos países con la klebsiella pneumoniae, una infección hospitalaria muy peligrosa que requiere antibióticos de última generación. |